Hoy quisiera herirte tanto como tú me has herido, pero no
tengo las armas, ni las fuerzas y sobre todo, no tengo tan poco clase como para
rebajarme a donde andas tú. Empiezo a
creer que todo este tiempo siempre fuiste el tipo que hoy se sienta frente a
mí; Un perfecto desconocido que ha dañado más de lo que yo creí que había por
dañar en mi ser. Te deseo tanto mal. Eres un niño y me hubiera gustado, soñé
tantas veces con que algún día fueras un hombre. Por ende, como buen chiquillo
vas andando con la mirada hacía el piso recogiendo cualquier porquería que
encuentras por ahí. Es cierto, a veces no todo lo que anda tirado resulta ser
una porquería, pero vaya que tú si tienes un ojo conocedor para escoger de lo
peor. Supongo que conmigo esa visión te falló, pues conseguiste más de lo que
tú mismo pudiste creer merecer. Pero, bueno hoy lo has perdido. Ay nene, quizá
habría que volver a la escuela para enseñarte que todo lo que uno hace tiene
siempre sus consecuencias. Qué pena que la cobardía se te dé tan bien. En tus
ojos que se llenan de lágrimas al ver que “la mujer de tu vida” se te va, sólo
puedo recalcar, que sí se va, va saliendo por la puerta grande como toda una
reina que siempre trabajó por lo mejor y construyó lo que ahora tú destruyes. Ni cincuenta ingenieros pueden reconstruir el palacio
que ella edificó… para dos. Mucho menos tú con tu desidia y poco compromiso
podrás ser capaz de levantar una piedra. Buena suerte, ahora estás solo. Aunque
a tu reina - porque “princesa” ¿tuya? Nunca más - el amor no se le esfume como
la confianza, el tiempo premia. Todo aquello que propones resolver con un beso,
quizá para tu dama, no tiene solución. No la culpes de sus arrebatos, tus
frases hechas y el tonto amor son traicioneros y confusos. Un te amo, no es un
te quiero a mi lado.
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La frase suelta del Día
Ríe todo lo que quieras, no por enamorar a alguien. Si no para que sepa que eres feliz y no lo necesitas.
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31.10.12
Quisiera saber.
Si hay algo ahí, quisiera saber qué es... Si fuera amor, sería un enorme comienzo, sin embargo, las caídas, burlas, borracheras y ahogos en llanto, me han enseñado que el AMOR no es suficiente para ser dos igual a uno. El amor no hace la relación, el amor no hace la pareja. Primer punto clave, perfectamente claro.
Quisiera saber qué quieres, qué buscas... más allá de tu sonrisa de "pobre inocente", no sé exactamente que es lo que hay. Tú no eres más, no eres menos, eres tal cual que esos lobitos con piel de cordero, dime que te hace diferente.
A estas alturas, tengo las rodillas raspadas. Las caídas no son en vano, ya llevo rodilleras, coderas y un buen casco que me protegen de tus malas intenciones, pero aun no encuentro el artificio ideal para cubrir mi corazón de tus endulzantes palabras y de tus frases hechas. Porque cuando el corazón es estafado, el casco sólo es un lindo adorno, como los cuernos. Y las rodilleras no sirven. El piso duele y las heridas cada vez se hacen más profundas. Los oídos sordos y los ojos ciegos, todos ven y todos oyen lo que tú ni sospechas.
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4.12.11
Nunca aprendiste la lección
A veces la rabia y la impotencia me ganan. Siento que mis palabras no se oyen. Pides que te enseña a valorar, a proteger, a cuidar, a respetar, a amar sin lastimar, pero eres un mal alumno. No sigues mis consejos, mis lecciones, mi voz se quiebra de tanto hablar y tu no pones en práctica nada de lo que yo digo. No sé cuando me rendiré, no sé cuando cambiarás.
Nunca serás capaz de visualizar cuanto daño haces con tu comportamiento. Así es cuando las personas no ven más allá de sus narices. Solo actúas sin detenerte a recoger los vidrios que dejas en el piso, ese piso por el que yo caminaré con los pies descalzos, porque tu prometiste que nunca nada podría herirme.
Espero que, en algún momento, mis lecciones se acaben, mi paciencia se venza, mi corazón se apagué o simplemente el cansancio y la frustración terminen por ser un motivo suficiente para abandonar esta causa perdida, que solo ha dejado en mi, cicatrices y heridas que se abren cada vez que el alumno transgrede todo lo enseñado.
Solo espero que todo el esfuerzo puesto en ti, en algún momento haya valido la pena. Quizá conmigo ya es demasiado tarde para poner en practica; quizá mañana podrás empezar haciendo bien las cosas SIN MENTIRAS, SIN OFENSAS, SIN HERIDAS.
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30.10.11
Forever Enamorada
A veces, nuestro entorno juzga demasiado severo las decisiones que tomamos. Y nunca está demás la opinión de alguien neutral en el tema.
De Forever Enamorada
"Hola, vi la dirección de mail que dejaste en la página de Face y me decidí a escribir y contarte un poco de lo que me pasa. De verdad, necesito un consejo, siento que las cosas que me están pasando fueron demasiado fuertes y me ahogo en la tristeza."
He vivido enamorada de un chico desde los doce años, ahora tengo diecinueve El problema es que hace como un año se dio cuenta de que existo y empezamos a salir. Pensé que todo iba a ir muy bien, es que no tienes idea de cuanto lo amo, pero me equivoque pésimo. Me sentía tan bien que llegué a estar con él y fue mi primera vez. Él terminó conmigo a los pocos días, me dijo que se dio cuenta que no me quería y que no quería lastimarme. Él es dos años mayor que yo. Yo me sentía pésimo, lloraba todos los días, no quería salir con mis amigas, no quería hacer nada, ni comer. Pero lo peor fue que luego me enteré que había regresado del extranjero su ex y que los vieron en una fiesta besándose. No podía creerlo. He tenido otros enamorados, pero siempre viví embobada por este chico.Y me busco hace unos días para decirme que de repente se había equivocado y me quería, terminamos teniendo relaciones de nuevo, pero antes de irse, me dijo que me quiere, pero más a su novia (la ex). No sé cómo dejar de hacerme daño y evitar que él me lo siga haciendo.
RPTA.
No te conozco, pero presiento que eres una gran persona, que se ha dejado manipular un poco por un individuo que no sabe apreciar lo que sientes por él y, por el contrario, se aprovecha de eso para conseguir lo que quiere. Estuviste; estás enamorada de él desde hace mucho tiempo, parece que por todo ese lapso fue platónico y tuviste la oportunidad de acercarte a él como pareja y ver si tus expectativas se asemejaban a la realidad o eran sólo ilusas. Al parecer, te enamoraste de una imagen, de un chico que en concreto no existe. Todo lo contrario, es un ser que no merece que lo ames tanto. Si tuviste relaciones con él enamorada, aunque él no lo halla valorado cómo tú, no debes sentir culpa, ni arrepentimiento, que eso no hará retroceder el tiempo, siéntete orgullosa de actuar con ternura y no con malicia. Sin embargo, apreciate y valorate que tu amor por él no puede estar por encima del propio. No permitas que haga uso de ti a su antojo, que mereces más que las migajas y su lástima ocasional.
escribe a atencion_fc@hotmail.com
22.10.11
Estar sin él
Comenzaré este post diciendo:
"Hay que aprender que el miedo a perder un hombre que no vale la pena es menor a la fila de buenos chicos que se mueren por estar con una reina como tú"
Podemos enamorarnos tanto, al punto de olvidar que ese hombre no es perfecto como lo ve nuestro corazón y que tiene muchos defectos, parece que se duerme un poco la razón. Llegamos a olvidar lo que motivó a ese chico a abrirnos su corazón y esa premisa quizá es fundamental para entender lo valiosas e irreemplazables que somos.
Estar sin él
Si el se enamoró tanto cómo tú de él, solo sería un tonto de fallarte y poner en peligro tu amor. Si él falla, ¿por qué llorar?
La decepción duele, la mentira cala y uno sufre, pero debemos aprender y vendar nuestras heridas para seguir caminando. Sólo, que las cicatrices no sean en vano y que al verlas o sentirlas nos remitan a no repetir la historia. Uno llora, porque ama y sabe que el error cometido hace más daño del que pueden aparentar las lágrimas. Uno llora, porque sabe que quizá eso no tenga solución. Puede significar que se acabo. Pero sufrimos más porque olvidamos que somos más de lo que ese hombre supo valorar. ¿Por qué sentir su pérdida? él que pierde es ese hombre que tuvo una mujer maravillosa a su lado y prefirió ir por el camino fácil, la mentira.
Si te lastiman, desahoga tu rabia, pero luego levanta la cara y siéntete digna, que tú fuiste maravillosa, demasiado deslumbrante para un ignorante que no reconoce el oro en medio de un montón de piedras de fantasía.
9.10.11
Efímero
Lucía andaba de Shopping un viernes por la tarde buscando un
vestido para una fiesta. Entonces se encuentra con Sergio, su ex. Tuvo una
relación corta con él, que terminó por mentiras. Sin embargo, hay estaba él, el
mismo chico que le encantaba en su primer año de la Universidad, sólo que tres
años más maduro. Perdió todo contacto con él, pues luego de terminar, se dio
cuenta que la arquitectura no era lo suyo y decidió cambiarse a otra universidad
para estudiar Publicidad.
Él la reconoce de inmediato y se acerca a saludarla.
–Lucía, que bonita estás.
–Lucía, que bonita estás.
Al verlo se quedó helada, quiere salir con él, pero no se atreve a invitarlo a salir. Cómo si le hubiera leído la mente, Sergio le propone cenar. Dilema: Lucía tiene la fiesta del siglo hoy en la noche. A pesar de eso, acepta. Realmente la había impresionado. En la mente de ella, ya había soñado con que la relación podría resurgir.
El lugar, lujosísimo. Sergio ha cambiado mucho. Ya no es el mismo chiquito inmaduro, ahora trabaja, tiene un buen auto y parece tomar las cosas más en serio. Después de mucho hablar, él le roba un beso.
-Princesa, verte de nuevo ha sido más de lo que esperaba.
Quiero comenzar de nuevo contigo.
Habían terminado muy mal, pero esos eran otros tiempos. Ella
también pensaba que ese encuentro había sido maravilloso. Después de ese día
empezaron a salir y a verse más seguido. Lucía pensaba que esta vez todo era
definitivo. Una noche en la que todo parecía ser maravilloso, Sergio le hizo
muchas promesas a Lucía y ella se entregó por completo. Esa noche la dejó en la
puerta de su casa y se despidieron con un beso enorme, como acostumbra a
dárselo Sergio desde hace cuatro meses. Algo
cambió. Después de esa noche, él no
contestó más llamadas.
Ella no sabía cómo ubicarlo. Había prometido llevarla a casa
y presentarla ante sus padres, pero nunca antes ella había conocido ese lugar.
No tenía idea de cómo saber de él. En el facebook, no había nada nuevo de su
vida, nunca se conectaba. Su desesperación por saber algo de él era demasiada.
En una visita a su perfil, leyó el comentario de un tipo. Parecía ser muy
cercano a Sergio, tenían fotos juntos, muchas publicaciones donde se les
vinculaba.
Lucía le envía un mensaje:
Lucía le envía un mensaje:
“Hola, cómo verás, me llamo Lucía. No sé si sepas, pero
estoy o estuve saliendo con tu amgio Sergio y de repente no supe más de él.
Necesito que si sabes algo de él me lo digas. Adiós, cuídate.”
La mañana siguiente, la despierta el teléfono. Era un número desconocido.
-Alo
-Lucía, soy Sergio. Necesitamos hablar.
Antes de que ella pudiera reclamar algo, Sergio le dio un lugar, una hora y colgó.
“Hola Lucía, por favor siéntate y escúchame. Él día que nos
encontramos en el Mall yo había ido a solucionar un problema. Cuando te vi,
reviví muchas cosas que sentía por ti, te vi más grande, más linda y tuve ganas
de quedarme contigo. Lamento que haya sido muy tarde. Carla: Así se llama mi
esposa. –Le enseñó el anillo- Me casé por eso dejé de buscarte, porque fuiste
una maravillosa tentación, pero no puedo desmoronar todo lo que he construido
por ti, por un encuentro fugaz. En el Mall, la lista de novios estaba mal. Los
apellidos no estaba bien escritos, de no haber sido por eso, quizá no
estaríamos aquí, sentados frente a frente. “
7.8.11
"Los hombres siempre dicen la verdad"
Los hombres quieren dos cosas claras - hablando de manera cruda y obviando a esa minoría que si nos trata como unas reinas - tener y dejar, para luego repetir el proceso con cualquier otra ingenua que se preste para jugar.
Creíste conocer al hombre más maravilloso del planeta: Tierno, amoroso, detallista, "tranquilo", "sincero". Y quizá muy tarde caíste en la cuenta de que ese que se presentó no es como el que se esconde tras la careta del "galán". Una tarde fue tu amigo, el que con una melodiosa voz te dedicó un par de canciones de Camila. Y tú, como toda niña grande que apenas se topa con los lobos feroces, lo confundiste con un inofensivo cachorrito. Un beso fue suficiente para construir una historia de amor. tú, te enamorabas; él pensaba en como podría conseguir más. Obvio, un beso, para el susodicho, era apenas el punto inicial del recorrido. Tú, virgen e idiota que todavía cree que los hombres no dicen "te amo" a menos que realmente lo sientan, que la sinceridad se refleja en los ojos. Mi querida inocente, ya hasta el color de los ojos resulta dudoso. Hay que pensar con malicia y desconfiar al menos un poco de la sinceridad del bla bla bla.
Un idiota te robó algo que guardabas con demasiada cautela. Era la noticia del día, pero tú ni sospechabas. Después de darle lo que el señorito quería, no conseguiste más que las "Gracias, fue un gusto. No me llames, yo te llamo." Llorar no sirve de nada, insultar, está demás, que le digas o no que es un idiota, no cambiará nada, él lo sabe y aprende a vivir con eso. Si fuiste ingenua, no es tu culpa. La ilusión ciega a las personas, en especial, nos ciega a nosotras, pero ese, que se dice hombre, seguirá aprovechando la candidez de alguna otra chiquilla que piensa que los hombres siempre dicen la verdad.
24.10.10
Palabras vacías
Se ha vuelto mecánico el acto de decir sin creer y de actuar sin sentir. ¿Por qué? Frivolidad, tal vez; algunos lo llaman supervivencia. Está claro que en este bosque de cemento hay muchas bestias que se esconden bajo pieles de cordero, que esperan el primer descuido para abordarnos con su ponsoña. Sin embargo, no podemos vivir siempre a la defensiva, porque como todo en esta vida, lo que se maquiniza se transforma en inconsciente e involuntario. No es posible esclavizar a nuestro corazón a ser y sentir como nos gustaría o como deberíamos. Tan robóticos nos hemos vuelto, que somos capaces de decir te quiero sin sentir amor.
Bienvenidos a una sociedad globalizada, donde la gente sonrié y por dentro le hierbe la sangre. Donde los hombres prometen como bancos; son contratos con letras pequeñas en las que dice: "todo lo antes mencionado, es mentira". ¿Qué tan posible es creer ciegamente en ellos? Esperar demasiado y recibir muy poco se ha vueto cotidiano par nosotras.
2.9.10
A R P í A S
¿Cuán malvadas podemos ser cuando nos sentimos dolidas? ¿Cuán capaces de hacer escarnio de las tragedias ajenas podemos ser? ¿Cuán satisfactorio resulta ser la odiosa que disparó a matar? Una mujer dolida es de temer, una mujer lastimada y con sed de venganza es una ARPÍA.
La confianza no es infinita y se talla a la medida de quien se ama, de quien se conoce y de quien nos lastima. Hay quienes hieren e involucran a terceros en el caótico asunto, en ese momento, el drama se vuelve más telenovelezco. Es la maldita realidad de un príncipe que se pasea en un "BMW", que se jacta de ser un gran partido y después de sus desplantes, caí en la cuenta que no es más que un niño, temeroso, voluble, inmaduro. La plebeya se enamoró locamente, lo adoró, lo admiró y lo presumió; hay que aceptarlo, el chico era digno de alardes; sin embargo, ella se equivocó, los errores nos humanizan, pero él no quería ser más humano, él quería ser perfecto. Como en su reino empresarial, las fallas se corrigen, lo que falla no sirve y lo que no sirve se desecha. El asqueroso robot se arrancó el corazón de las entrañas y se olvidó de sentir. Sistematizado y poco interesante, se convirtió en un bodrio. Reemplazó una compañera amorosa por una oportunista que esperaba el momento para adueñarse del puesto; es exactamente como se le puede llamar a la “otra”. La que hace el mal tercio se infiltró, aprovechó el momento, aprovechó el enojo, la estupidez, patanería de un miserable y se robó las esperanzas de la protagonista.
Derramé tres lágrimas en tu honor, maldito perro. No pienso regalar más de mi sufrimiento. Me regalaste promesas, pero las promesas son palabras y se pierden en el tiempo. “Todo será como antes, yo te amo a ti, no me importa nadie más”. Como estúpida, creí que lo nuestro renacería, pero no, tú ya estabas por otros lares y yo seguía puesta en ti. Fue una noche como cuando eras mío; horas después, ya eras de otra. No bastó con mi desilusión. La voz de tu nueva “partner” me irrita los oídos, mientras ladra y ladra jactándose de que tú le perteneces y yo me arrastro.
Pobre ilusa que se atraganta ensalsándose de ser tu amor, pobre niña que cree en la sinceridad de tus palabras y en lo lamentable de mi situación. Fue capaz de gritarle en medio de su altanería, que las sobras no las quería porque esas ya las había recogido ella, sí ella, la "otra". La tachaba de arrastrada y sus ánimos se caldeaban; se alteró y terminó por explotar. Se convirtió en poco escrupulosa y muy despreciable.
"Tú te jactas al decir que yo quiero tus sobras, pero las mías tu las recogiste, las barriste del piso, después de que ese, tu amor, me entregara más amor del que nunca te entregará; mientras tu ya te sentías su princesa, el me hacía sentir que era su reina."
Sonaba el teléfono de su habitación, era la "otra", su nuevo amor; paradójico, quien dormía a su lado, era la plebeya que él desecho. Y es que, "ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón".
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15.6.10
Mentiras
La confianza, ¿qué es la confianza?
La confianza es un privilegio que inconscientemente brindo a las personas que amo, que parecen amarme tanto como yo a ellos y demuestran, aparentemente, una lealtad ininterrumpida e inquebrantable. Confiar me permite sentir que en este mundo caótico puedo creer que hay personas formidables, sinceras y dispuestas a entregarse transparentes ante quienes no hacen más que regalarles todo el amor que tienen para dar. Tú confias porque agradeces que te amo; yo confío porque tu amor se lo merece. Sin embargo, nacen preguntas en mi interior; sí la confianza se rompe, ¿es qué acaso tu amor fue una mentira? sí mis ojos no brillan y resaltan de alegría, sino se inundan mientras observan como se derrumba un corazón creyente, ¿valió la pena amarte y cegarme ante la ilusión de tu verdad? ¿Por qué confiar?
Sus ojos se ahogaban en llanto, mientras él solo atinaba a negar cínicamente todo aquello que lo inculpaba; sus palabras solo trataban de ocultar lo evidente. ¿Qué era lo evidente? Lo ridículo de su mentira. ¿Cómo pudo? Hombres, lamentablemente de esos que caminan tras la manada, tal cual borregos sin criterio alguno; Esos que utilizan el cerebro para construir pretextos, argumentos falaces y frases hechas capaz de enamorarnos, pero, tontos, tontos para improvisar cuando el libreto no escribió sus líneas. De corazón grande y cerebro pequeño, desafortunadamente, esos no nos sirven. Tan extenso ese órgano, capaz de albergar a cuanta incauta aparezca y decline ante una lengua viperina; como dicen en las calles, "ahí hay amor para todas", pero todas no quieren tu amor ni se encuentran dispuestas a regalártelo; Una sola fue capaz de darte todo aquello que pudiste querer, todo aquello que pudiste soñar; patéticamente, nunca fue suficiente.
Ilusamente, nuestra protagonista regalaba besos telefónicos y melodiosos "Buenas noches", acomodaba su almohada, se sumergía en el calor de su cama e iniciaba un sueño de amor. Mientras la brillante luz de la pantalla del celular empezaba a apagarse, el "bello durmiente" guardaba el disfraz de somnoliento bajo las sábanas, mientras se dirigía hacia la puerta con dirección a la vida nocturna, en busca de amor; sí, más amor, porque el de su ingenua niña no era suficiente. ¡Qué ilógico pensamiento! Nunca imaginó que esa niña podría decir adiós sin tentar su corazón; la intuición femenina es un don, eso lo sabemos nosotras, y ellos nunca podrán entenderlo o aceptarlo; la memoria selectiva de una mujer nunca olvida los pretextos de un hombre; el hombre, siempre olvida lo dicho cuando no es cierto; el noctámbulo subestimó la inteligencia de su amada, mintió sin contemplar la posibilidad de que todo en está vida sale a relucir; Nunca imaginó que la ingenua nena no perdonaría su maldita blasfemia; y aunque perdonara, algo murió entre los dos, la confianza.
30.5.10
¿Cuándo mi príncipe, se convirtió en un Sapo?
Hoy, una vez más, se me derrumbó la imagen de la persona que yo consideraba "Él único que nunca me miente". "Él único que se ganó mi confianza total" me acaba de dar una puñalada en mi ridícula ingenuidad; ahora sí, no tengo la menor idea de que debo hacer, porque la fortaleza de mi ser para tomar decisiones, la debilitó este amor que simplemente lastima, daña y me regaló sonrisas que ahora dudo verdaderas. O, tal vez si sé que debo hacer, pero tengo miedo, soy cobarde y no puedo actuar como en papel, como en teoría, funcionan las cosas. Solo siento que un corazón ilusionado fue pisoteado y lo acabo de notar; de esa manera, me pregunto ¿cuántas veces más lo habrán ensuciado sin que él fuera conciente del agravio? Él y yo solo queremos olvidar que el mundo existe, solo queremos creer que el maldito nunca existió; solo nos engañamos más de lo que ya nos han engañado, porque buscamos no seguir sufriendo, pero sufrimos porque sabemos que todo es real.
No quiero entrar en detalles, no quiero describir lo molesto del momento; al respecto, diré que las mentiras lastiman más cuando te rindes a confiar ciegamente en una persona que parece ser real, pero descubres que es distinta. El pasado de quien amo, no me interesa en lo absoluto, pues su presente soy yo, o era; Ese presente comenzó desde el primer día juntos, desde el primer beso compartido, desde el primer te quiero; y tal vez termine, con descubrir los hechos que suceden en un momento de la vida de ese chico en el cual, yo ya era protagonista y también la tristemente célebre estúpida. Aunque tarde, las mentiras siempre salen a la luz; y como una amiga dice: "Hay chicos que están acostumbrados a pedir perdón, en vez de pedir permiso", a lo que yo le contesto: "pero habemos chicas que nos cansamos de perdonar, nos cansamos de hacer borrón y cuenta nueva; porque simplemente, ya se nos acabo el borrador, de corregir tantos errores".
Entonces, aunque tengo la certeza de lo que debo hacer; no puedo seguir el plan al pie de la letra, porque tal teoría no contempla que yo estoy enamorada, triste, desilusionada, pero enamorada; ese manuscrito, lleno de tachas, no contempla que la más dolida ante toda está situación soy yo; la estúpida, la boba, la crédula, la ingenua, la pobrecita. Frente al perro, al pendejo (como ese mismo dice, el que hace las cosas sin que lo descubran); en todo caso, ni tan buen pendejo, porque te descubrí, encontré lo que no quería encontrar; y debo aceptarlo, me dolió; gracias por malgastar tanto amor. No mereces que te dedique las palabras más sinceras dichas directamente por mi corazón: "Te amo". No mereces ni una lágrima de mis ojos que te observaban soñando que es contigo con quien siempre quiero estar; Y lo único que puedo decirte es que "Es mejor decir adiós, antes de mentir a quien ya no quieres más."
9.5.10
Supéralo
Carta para el que nunca fue, no es y definitivamente nunca será. Esto va dedicado a todos aquellos renegados del tiempo y del momento que sueñan con lo que nunca será suyo y malinterpretan hasta el saludo.
Creo que es un poco redundante aclarar la intención de mis palabras, pero lo haré, porque encontré que tú sueles modificar agresivamente el contenido de mis palabras. Cuando digo "Hola" estoy contestando tu saludo, debido a que mi madre me enseñó de pequeña que por educación se responde cuando te lo mandan; sin embargo, también quiero comentarte mi intención comunicativa al preguntar ¿cómo estás?, en realidad no significa que me interese saberlo, solo lo escribo porque esas cosas se dicen y porque en realidad no se de que demonios hablar contigo porque obviamente no tengo nada de nada que hablar contigo.
Sabes, suelo prestar mi ayuda y apoyo cuando alguien lo solicita, pero siendo ese tu caso, lamento rechazar tu solicitud tajantemente y de manera irrevocable; es así porque confundes la asesoría en lo que me va bien y no me cuesta esfuerzo alguno como una declaración de amor implícita; de ser así sería extremadamente implícita tan pero tan implícita que ni yo lo notaría. Triste pero cierto, ves monos en los árboles cuando ni siquiera hay parque. Y no le digas a tu séquito de manzanitas deformes (tus amigos) que tengo alguna fijación secreta y sicópata contigo, porque de ser verdad, la fijación no sería secreta, pero si suicida conmigo; No sé si captes que ahi sí hay un mensaje. "Antes muerta que contigo", te lo aclaro por si no viste la señal.
Es halagador para una chica que existan niños atraídos hacia una, no obstante, es molesto cuando estos seres inventan un mundo de fantasía en el cual tu eres la protagonista - sin saberlo, claro está -; en su utópica historia, se dibuja una muchacha que muere de amor por un príncipe inalcanzable, tan utópica que en la vida real "ese" príncipe es un sapo torpe y mentiroso que no hace más que alardear de aquello que no tiene, o sea a la muchacha. No se trata de ser cruel ni denigrar a nadie, el problema es que a este tipo de chicos les importa un cacahuate la repercusión de sus palabras, de sus inventos, de sus rumores infundados. Ellos actúan de forma egoísta sin prestar la debida atención al daño que ocasionan con sus blasfemias. Por lo tanto, toda la crueldad para ellos.
24.3.10
Niégamelo
Sería absurdo y mentir si digo "nunca me pasó", porque la verdad también fui víctima en algún oscuro y sombrío momento de mi vida de un crimen como éste. Está es la historia de una niña que se ilusionó y empezó a sentir maripositas en el estómago (y no era gastritis) cuando hablaba con "ese" y digo "ese" porque no merece ni tener título de hombre. Afortunadamente todo el fragmento sentimental de nuestro cuento se encuentra en tiempo pasado, pasado y, por el bien de la protagonista, esperamos que pisado.
Érase una vez, una princesa que creyó, en medio de un tupido bosque de edificios, zorras, perros, venados, y toda clase de animales que físicamente no aparentan serlo, encontrar un príncipe que en su caso no era azul, sino rosa; ella atravesó un largo camino tratando de alcanzar al galán de cuento de hadas; caminó y caminó pero no lograba llegar hasta donde él estaba; sin embargo, escuchaba claramente su voz, leía en el cielo sus palabras y su corazón se hipnotizaba, se embobaba, se idiotizaba (no te ofendas, a todas nos pasa). Guiada por el sonido de su canto nada celestial, lo encontró en una cabaña ruidosa y llena de alcohol; por fin estaba junto a él, aunque, después de todo, no era tan guapo, no era tan alto y definitivamente, no era tan extrovertido, pero eso no le interesó, porque le encantaban sus versos, sus frases y sus mensajes. Así transcurrieron días y ellos juntos; él, todo un caballero, consentidor (de esos que nos timan), un adonis; ella, encantada con las atenciones prestadas, una vez más, empezaba a creer que existía un mundo lleno de color (no se de que canción es eso) y así, empezaba a abrir su corazón; recalco, "empezaba", suerte la suya que aún no lo regalaba porque, tal vez, el pobre órgano terminaría de anticucho. Hombres, hombres y hombres, se le cayó la máscara, no era más que un cuerpo de tronco amarrado a un sapo, un simple y baboso sapo.
En un primer momento hubo mentiras de su parte, pero la princesa ilusionada, después de mucho meditar, trató de olvidar; ellos empezaron de nuevo, hicieron borrón y cuenta nueva. ¿Qué no había tenido suficiente? Pues, al parecer no; a pesar, de la infinidad de consejos y palabras desfavorecedoras hacia el "príncipe sapo" que pronunciaron sus amigas, ella volvió a caer en el mismo hoyo negro, profundo y negro. Una vez más le falló. Él encantador muchacho que la llevaba a todo lugar y como un loco enamorado pagaba hasta el caramelo que ella comía, él que le pregonaba amor e imploraba por una oportunidad, a sus espaldas negaba toda relación alguna con la incauta dama. Sí, la negó y negó ridículamente en el entorno de sus amigas.
¿Qué puede pasar por la mente de un hombre para negar lo innegable? ¿Qué puede pasar por la mente de un hombre para negar lo que dice sentir? En realidad, no lo sé y tampoco logro comprenderlo, solo sé que ese tipo seres son repugnantes y no se merecen más que el desprecio. Aunque tonto, en algún momento también pasé por eso; sin embargo, dichosamente mi corazón no se encontraba vinculado en ningún sentido con el susodicho y su desplante solo ocasionó en mi una reacción de indignación, mas no de decepción, pues no esperaba absolutamente nada de aquel niño. Y pensé lo estúpido que era un hombre capaz de negar, lo que en sus sueños más profundos anhela. Y entendí que era un sinónimo de inestabilidad. Nadie quiere en su vida a alguien que simple y llanamente no tiene delicadeza alguna para darle el lugar que se merece, nadie quiere a un PATÁN a su lado.
13.2.10
INFIELES
Ante todo, Feliz día de San Valentín, del amor para las que estamos enamoradas y de la amistad para las que agradecemos tener amigos incondicionales. Nos encontramos a vísperas de una fecha bastante especial para las parejas y para las tiendas tipo "Rosatel". Mañana abundarán las flores, los corazones, los enamorados, los chocolates, las tarjetas y los hipócritas.
Un dilema al que nunca encontraré una respuesta lógica es a la infidelidad masculina. Por ahí escuché esto: "Las mujeres necesitan una razón para ser infieles; los hombres, otra mujer." Ok, quiero aclarar que no estoy diciendo que solo los hombres "sacan los pies del plato", hay muchas mujeres que lo hacen también; el problema de ellos es el cinismo. La gran mayoría (por no decir todos) de los "tramposos" son reincidentes, mienten y engañan constantemente a sus enamoradas, se convierte en un hobbie, alardean de sus aventuras; dejan como unas estúpidas a sus "flacas"; eso es lo peor de todo. No entiendo cómo pueden decir que las quieren, si se burlan de ellas y las exponen a estar en boca de todos. ¿Qué clase de amor puede ser ese? Mañana, 14 de febrero, esos mismos "perros" estarán junto a las ilusas celebrando el día del "amor", que irónico.
La gran diferencia entre uno y otro es que, con sus excepciones, la chica que cae en infidelidad terminan confesándolo o existe alguna razón, que aunque no justifique el engaño, es el motivo del hecho y rara vez, se vuelve un acto reincidente. Sé de casos en los que cuando mejor se encontraba la relación, ellos fallaron, y obvio, no admitieron su error, porque para ellos no fue un error. No existe justificación para la infidelidad de ninguno de los dos lados; Todos podemos controlar nuestros impulsos sexuales, eso es lo que nos diferencia de los animales. Por eso, nunca entenderé porqué los hombres engañan, mienten y dicen que aman.
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