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La frase suelta del Día

Ríe todo lo que quieras, no por enamorar a alguien. Si no para que sepa que eres feliz y no lo necesitas.
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3.5.12

MI DÍA DE "YO, SENSIBLE"

Cuando crees que todo se está confabulando a tu favor, te entra la seguridad, inflas el pecho y sonríes pensando "soy un éxito", pero no. Todo lo contrario, estudias para un examen que parece escrito en alguna antigua lengua hebrea; Madrugas, viajas interprovincialmente, para conseguir... NADA; Preparas todo para, lo que esperas sea, un lindo día y sólo recibes una lista detallada de lo que hiciste mal. Cuando las expectativas son más altas, la caída duele más. Solo quisieras poder decir "Trágame tierra" y que alguna fuerza sobrehumana te conceda el pedido.

Es frustrante que las cosas no salgan como te gustaría o como las habías imaginado. No puedo evitarlo, soy de las personas que se ilusionan rápido, idealista, una DRAMA QUEEN; basta conocer una parte de la historia, para plantear un posible final feliz. Suelo ser intuitiva, pero odio cuando mi imaginación sobrepasa el "no vivas en futuro, vive en el presente". Son esos momento en los que solo necesitas un abrazo y alguien que repita incansablemente, "todo va a estar mejor", Aunque tu no lo creas, aunque esa persona tampoco lo crea. A veces las mentiras tontas ayudan a que engañemos el ego y, una vez más, exclamemos "soy un éxito".

El miedo a la derrota es grande y a la derrota pública es aún mayor. Por eso a veces callamos, cuando tememos no salir "winners" dentro de nuestras expectativas. Y seguimos callando cuando nuestras ilusiones se desploman ante nuestras narices. Nadie entiende, nadie sabe, solo están ahí para, en su desconocimiento del caos emocional que se desata en nuestro interior, martirizar más nuestra tristeza con sus historias de logro y excelencia. Y nuestros compañeros, amantes, novios e ignorantes de nuestro sentir, son la pieza que falta en el rompecabezas de cómo clavar el puñal en la herida sangrante y palpitante, con reclamos, críticas y el infaltable listado de "las 15 cosas que odio de ti".

7.2.12

El terremoto que remece mi vida

No entiendo cual es el afán que tenemos por encontrar una pareja estable, por enamorarnos locamente. No entiendo porque buscamos con obsesión ser parte de algo, tener con quien andar de la mano. Es una incertidumbre casi adolescente que muchas veces nos obliga a llenar vacíos con personas que no cumplen, no dan la talla, no encajan, no son lo que uno espera. La desesperación por exponer una supuesta felicidad nos obliga a cometer grandes errores o apurar lo que quizá deba ir más lento. Buscamos que otros nos den la estabilidad que no podemos conseguir por sí solos. Buscamos que alguien que no puede manejarse a sí mismo, sea el conductor de un nuevo comienzo.

El amor es muchas cosas, pero no necesariamente es "estable", no necesariamente es "maduro", no necesariamente es "perfecto". En la maqueta de la "relación feliz" que todas construimos en nuestra mente hay un hombre PROTECTOR, AMOROSO, DETALLISTA, MADURO, SINCERO, FIEL, DECIDIDO y en la producción de nuestro proyecto, nos damos cuenta que, en papel, todo parecía más fácil. 

Eres sorpresa, eres decepción, eres felicidad, eres llanto, eres impotencia. Tienes en tus manos mis ganas de seguir adelante, mis fuerzas, mi ira, mi desesperación y bastan tus palabras para remecer todo lo que puedo sentir. Pareces, algunas veces, ser la decisión correcta, ser una inversión que valió la pena, valió los años, valió los obstáculos superados, valió el esfuerzo. Pareces, algunas veces, ser un amor no correspondido, una persona que no valora lo que se le brinda, hiriente e indiferente. Pareces no amar con la misma devoción con la que se te ama. Pareces haber perdido el miedo a perderme. Remeces todo lo que siento, remeces todo lo que soy.

4.12.11

Nunca aprendiste la lección

A veces la rabia y la impotencia me ganan. Siento que mis palabras no se oyen. Pides que te enseña a valorar, a proteger, a cuidar, a respetar, a amar sin lastimar, pero eres un mal alumno. No sigues mis consejos, mis lecciones, mi voz se quiebra de tanto hablar y tu no pones en práctica nada de lo que yo digo. No sé cuando me rendiré, no sé cuando cambiarás.

Nunca serás capaz de visualizar cuanto daño haces con tu comportamiento. Así es cuando las personas no ven más allá de sus narices. Solo actúas sin detenerte a recoger los vidrios que dejas en el piso, ese piso por el que yo caminaré con los pies descalzos, porque tu prometiste que nunca nada podría herirme. 

Espero que, en algún momento, mis lecciones se acaben, mi paciencia se venza, mi corazón se apagué o simplemente el cansancio y la frustración terminen por ser un motivo suficiente para abandonar esta causa perdida, que solo ha dejado en mi, cicatrices y heridas que se abren cada vez que el alumno transgrede todo lo enseñado. 

Solo espero que todo el esfuerzo puesto en ti, en algún momento haya valido la pena. Quizá conmigo ya es demasiado tarde para poner en practica; quizá mañana podrás empezar haciendo bien las cosas SIN MENTIRAS, SIN OFENSAS, SIN HERIDAS.

22.6.10

Direcciones opuestas

La estabilidad nunca los caracterizó; Mil peleas y palabras punzo cortantes fueron más bien el sello de su relación. Astrid estaba enamorada, más enamorada de él que de sí misma. Rodrigo sólo amaba divertirse con ella y a costas de ella. Historias de un amor, para nada, simplemente las tormentas. El par iba en direcciones opuestas; mientras el tiempo transcurría, Astrid soñaba con la promesa de eternidad; mientras las horas volaban, Rodrigo desesperaba porque llegará el momento para terminar. Pues sí, hay cosas que se vuelven tan cotidianas como el saludo, en el caso de estos dos, jugaban a ponerle fin a lo que parecía ya no ir más.

Es posible jugar, pero no existen juegos eternos; es posible ganar o simplemente perder "GAME OVER" y terminar la ficción para volver a la dura realidad. A veces, caes de una nube imaginaria y estrellarse contra el pavimento de las verdades crueles no es nada satisfactorio, no es nada divertido, posiblemente, totalmente inesperado. "POSITIVO", fueron los cinco minutos más traumáticos para Astrid, mucho más caótico el resultado de su impaciente espera. Dos líneas de un rosa tenue se dibujaron sobre sus ojos, dos líneas de un rosa tenue quebraron sus sueños, sus objetivos y sus planes a futuro. Un embarazo a los dieciocho no estaba contemplado, había muchas cosas que hacer antes; "Para aprender hay que equivocarse", para su desdicha, hay errores que simplemente no pueden enmendarse. Al parecer, en la práctica su consejo primordial no le era TAN efectivo. Sin embargo, no estaba triste; no se sentía abatida, no era el fin. Quizás era el comienzo de una nueva vida.

-Cosi, necesito hablar contigo- dijo Astrid.
-Dime, Trish. Rápido, flaca, que ya safo.
-Ya, Rodri, pero no puede ser rápido, es algo muy díficil de decir.
-Habla, gorda.
- Cosi, es que...
-Es que??!...
- Es que...
-Es que??! Astrid, no juegues con mi paciencia, sabes que odio eso.
-Ya ya ya ya... Cosi, estoy embarazada.
-...

Astrid contenía una serie de sentimientos encontrados; Era alguien nuevo, era suyo, era de su amor; era un problema, era una preocupación, era prematuro, era inesperado; sin embargo, ella lo soñó, lo planeó. Simplemente, llegó antes de lo pensado y no por eso no iba a recibirlo con las algarabías que ese pequeño ser merecía. No estaba sola, tenía a Rodrigo al lado y el nuevo invitado a la historia los uniría más; Lo amaría, los amaría, la amaría, la amarían.

-... Cosi, dime algo. Vas a ser papá.
- NO...
- No?
- NO
- ¿cómo que no? Rodrigo, es nuestro, es de los dos.
- Astrid, tú eres una persona muy buena onda y me caes bien, pero, flaca, no te quiero y no quiero atarme a ti ni a un hijo. Mi---
-Pero, yo te amo, no puedes hacernos esto.
- Mírame, ¿crees que yo puedo ser papá? Flaca, madura.

Las ilusiones de Astrid se hicieron nada; ahora sí estaba sola, no sólo sola sino también, decepcionada; el juego se acabó. Este adiós era definitivo.

10.4.10

Cosas que quiero que entiendas

En los agudos de mi voz, se esconden mis ganas de llorar. En el brillo de mis ojos, se escapa una lágrima que me delata. No soy lo que aparento, no llego ni al bosquejo de lo que me gustaría ser; Frente a ti y al decirte estas palabras, desearía ser de piedra y no sentir como me queman mientras las pronuncio, mientras las dirijo ante tus oídos sordos y tu complejo de pared (no ve, no escucha, no siente, no responde). Muchas veces le hable al muro, frío y vacío de mi habitación, y creí encontrar más calor que en los besos que soñé eternos.

En mi absurdo sueño frustrado de ser princesa de cuento de hadas, grafiqué mentalmente a un príncipe cuyas características físicas no son las tuyas, cuyos rasgos espirituales no son en absoluto similares a los tuyos, cuya condición indispensable cumples a la perfección; desde siempre concluí que ese niño de color azul debía enamorarme completamente, robarse mi órgano vital, tomarlo sin pedir permiso; claramente, eso hiciste tú conmigo, pero olvidaste un pequeño detalle, velar por el bienestar del corazón mío que ahora es tuyo. 

Somos soñadoras, somos ilusas, somos intensas, somos sensibles, somos mujeres, mujeres que olvidan que el mayor amor que alguien pueda tenernos es el que nosotras podamos entregarnos; con está frase entendí que no es posible amarte más de lo que yo me amo; entendí que lastimar mis ojos con lágrimas que nacen de tu indiferencia es herir a quien tiene todo mi amor pleno, a mí; entendí que darte todo de mí como te lo he venido dando, amerita poner condiciones, amerita que tú me entregues tanto como yo te entrego a ti; dejemos el "dar sin esperar nada a cambio" para los amores fraternales.

Hay cosas que espero que entiendas. Cuando nosotras hablamos con la mirada inundada, cómo te hablo yo en este momento, no mentimos, no dramatizamos, no buscamos encontrar culpables, apelamos al amor que dicen sentir, apelamos a palabras que no se escuchen vacías, apelamos a un abrazo que intente conciliar y no tener la razón absoluta. Cuando mi voz se debilita, no necesito interrogatorio alguno, necesito amor, tanto o más del que yo te doy. Cuando mis besos fueron tuyos, se olvidaron de otros labios y desearon sentir esa ternura en tu boca eternamente. Acepté ser de ti, porque no me interesa ser de nadie más. Valórame, pues debes caer en la cuenta de que he llegado a ser un fragmento de tu alma, de perderme, podrías sentir que algo importante se fue de ti y me necesitarás, como ahora no demuestras necesitarme; Lamentablemente, hay cosas que los hombres simplemente nunca entenderán, confusiones que resuelven con un improvisado "no me entiendes". La pregunta es ¿qué quieren que entendamos?


11.3.10

Los sueños, sueños son...

Cuando una se enamora, piensa que todo es lindo, que todo es maravilloso, que todo es celeste y rosa (bueno aunque, si no te gusta el celeste, puede ser morado y si no te gusta el rosa, puede ser amarillo patito, bueno en fin, del color que te guste), pero, chicas, seamos realistas, dentro de nuestro mundo de fantasía hay muchos marrones, negros y rojos sangre. Creo que últimamente, he estado viendo demasiado "Mujeres asesinas" y se me ha pegado un poco el drama sicótico; así que tampoco tan rojo sangre, apenas y en un sentido muy figurado, aunque si se identifican con eso en un sentido más literal busquen ayuda siquiátrica ya mismo.

Algunas de nosotras todavía soñamos con nuestro príncipe azul que llegará en un su noble corcel, nos jurará amor eterno y viviremos felices para siempre. Las que ya lo encontramos (o al menos así parece), soñamos con el "felices por siempre"; las que aún no, siguen en la búsqueda y cualquier ensayo de galán renacentista puede ser buen candidato, pero cuidado que hay muchos sapos en este bosque de cemento en el que vivimos. Bueno, niñas, soñar es lindo, pero al fin y al cabo, los sueños, sueños son. Es mejor estar bien despierta porque mientras más en las nubes este una, más dura es la caída. Especialmente cuando a nuestro lado tenemos a esos chicos que les gusta pulverizar nuestras ilusiones como un niño que revienta burbujas.

Una sueña con que ese chico lindo en todo sentido, atento, cariñoso, detallista; sí, todo un personaje de la novela de las 8, aunque para mi gusto, es solo ciencia ficción y la verdad no me gusta ese género cinematográfico; cierto, prefiero la "realidad nacional". Una se ilusiona con el chico que te llama, que te insiste, que te pone apodos cariñositos como "ratoncita" (me embobé con esa palabrita), pero es exactamente eso "ilusión". Una se enamora del chico que llega tarde (pero llega), que se equivoca (pero acepta su error), que no te llama (pero si no lo llamas se reciente, porque piensa que ya no lo quieres). A lo que voy es a que el amor no es más que aceptar que él no es el Ricky Martin con el que soñabas de niña, ni mucho menos el galán de la novela de mamá, y jamás el que te llena la casa de flores (a menos que sea jardinero). Él es así, no el más guapo, no él más detallista, no él más cariñoso, pero sí el que más te quiere. No entiendo porque ellos no son como en las películas, no entiendo porque ellos no son parte del sueño de la niñez ilusa pero si son los que nos hacen soñar con la madurez futura.