Sígueme, si te gusta mi blog :)

La frase suelta del Día

Ríe todo lo que quieras, no por enamorar a alguien. Si no para que sepa que eres feliz y no lo necesitas.

30.5.10

¿Cuándo mi príncipe, se convirtió en un Sapo?

Hoy, una vez más, se me derrumbó la imagen de la persona que yo consideraba "Él único que nunca me miente". "Él único que se ganó mi confianza total" me acaba de dar una puñalada en mi ridícula ingenuidad; ahora sí, no tengo la menor idea de que debo hacer, porque la fortaleza de mi ser para tomar decisiones, la debilitó este amor que simplemente lastima, daña y me regaló sonrisas que ahora dudo verdaderas. O, tal vez si sé que debo hacer, pero tengo miedo, soy cobarde y no puedo actuar como en papel, como en teoría, funcionan las cosas. Solo siento que un corazón ilusionado fue pisoteado y lo acabo de notar; de esa manera, me pregunto ¿cuántas veces más lo habrán ensuciado sin que él fuera conciente del agravio? Él y yo solo queremos olvidar que el mundo existe, solo queremos creer que el maldito nunca existió; solo nos engañamos más de lo que ya nos han engañado, porque buscamos no seguir sufriendo, pero sufrimos porque sabemos que todo es real.

No quiero entrar en detalles, no quiero describir lo molesto del momento; al respecto, diré que las mentiras lastiman más cuando te rindes a confiar ciegamente en una persona que parece ser real, pero descubres que es distinta. El pasado de quien amo, no me interesa en lo absoluto, pues su presente soy yo, o era; Ese presente comenzó desde el primer día juntos, desde el primer beso compartido, desde el primer te quiero; y tal vez termine, con descubrir los hechos que suceden en un momento de la vida de ese chico en el cual, yo ya era protagonista y también la tristemente célebre estúpida. Aunque tarde, las mentiras siempre salen a la luz; y como una amiga dice: "Hay chicos que están acostumbrados a pedir perdón, en vez de pedir permiso", a lo que yo le contesto: "pero habemos chicas que nos cansamos de perdonar, nos cansamos de hacer borrón y cuenta nueva; porque simplemente, ya se nos acabo el borrador, de corregir tantos errores".

Entonces, aunque tengo la certeza de lo que debo hacer; no puedo seguir el plan al pie de la letra, porque tal teoría no contempla que yo estoy enamorada, triste, desilusionada, pero enamorada; ese manuscrito, lleno de tachas, no contempla que la más dolida ante toda está situación soy yo; la estúpida, la boba, la crédula, la ingenua, la pobrecita. Frente al perro, al pendejo (como ese mismo dice, el que hace las cosas sin que lo descubran); en todo caso, ni tan buen pendejo, porque te descubrí, encontré lo que no quería encontrar; y debo aceptarlo, me dolió; gracias por malgastar tanto amor. No mereces que te dedique las palabras más sinceras dichas directamente por mi corazón: "Te amo". No mereces ni una lágrima de mis ojos que te observaban soñando que es contigo con quien siempre quiero estar; Y lo único que puedo decirte es que "Es mejor decir adiós, antes de mentir a quien ya no quieres más."

20.5.10

Encierro

"Es hombre, déjenlo ser"; ¡déjenlo, nueces! estoy harta de escuchar tanto prejuicio absurdo y sexista. Nuestra sociedad, retrograda y altamente machista, es un papá permisivo que brinda total libertad a su hijo predilecto, un tipo de libertad que más se asemeja a libertinaje, puro y vomitivo libertinaje. De manera contrastante, es más bien un progenitor altamente autoritario, incomprensivo y represor para su segunda, pero no menos importante hija. La reprimida niña no desea jamás ser una copia fiel del hermano enaltecido e infundadamente premiado; lo único que hizo bien fue nacer hombre, bastó ese detalle para abrirle las puertas de un mundo sin reglas, sin restricciones y sobretodo sin cadenas. Entonces, su confundida hermana se cuestiona, se examina frente a un espejo tratando de encontrar la falla en ella, rebobina su mente, tratando de ubicar que falta cometió, insiste en el pasado y no entiende cual fue su error; solo sabe que la culpan, la critican, la señalan y la observan; otra vez, se pregunta ¿cuán grave fue el error?

Vivimos en una cárcel, de barrotes imaginarios, repleta de guardias que vigilan día y noche, hora tras hora, cada uno de nuestros movimientos, cada uno de nuestros gestos, cada persona de nuestro entorno, nuestras posturas, todo, absolutamente todo de nosotras. Cargamos con la condena del remordimiento de nuestras acciones, pues para nosotras, está penado sentir, amar, seducir, resaltar, ser bellas, revelarnos y sobretodo buscar la independencia. Nuestra condena es eterna, porque incluso nos juzgamos entre sí, en vez de apoyarnos y defendernos; nos tachamos de mil cosas caemos en "machismo" somos parte de ellos y sus ideas agresivas hacía nuestro ser. Me gustaría poder liberarme, pero el amor me ata, me encadena y otra vez soy parte del encierro.

Creía haberme desligado de lo terrible de ser la hija defectuosa de una sociedad altamente prejuiciosa; sin embargo, me equivoqué. Me enamoré y regresé a mi claustro; una vez más atada a la supremacía de alguien que cree tener el poder, tan solo por ser hombre. Inconscientemente, yo lo hice poderoso; yo le demostré que podía ser quien quisiera y a pesar de todo, seguiría siendo suya. Le enseñé que mi amor era infinito, mientras el abusó, dañó, lastimó pues gozaba de la certeza de considerarlo irrompible. Más no quebró el sentimiento, pero si mi corazón, que se hace trizas lento, lento y doloroso corazón herido. Yo no nací débil, el llanto me deshidrató, me volvió vulnerable, me dejó susceptible; me convirtió en lágrimas, me convertiste en lágrimas. Dicen que lo que no te mata, te hace fuerte, sin embargo, creo estar muriendo sin notarlo, sin hacerlo evidente, pues no me siento más viva, pues no crecen mis ganas de salir de aquí, pues no hay razón para dejar de dormir.

9.5.10

Supéralo

Carta para el que nunca fue, no es y definitivamente nunca será. Esto va dedicado a todos aquellos renegados del tiempo y del momento que sueñan con lo que nunca será suyo y malinterpretan hasta el saludo.

Creo que es un poco redundante aclarar la intención de mis palabras, pero lo haré, porque encontré que tú sueles modificar agresivamente el contenido de mis palabras. Cuando digo "Hola" estoy contestando tu saludo, debido a que mi madre me enseñó de pequeña que por educación se responde cuando te lo mandan; sin embargo, también quiero comentarte mi intención comunicativa al preguntar ¿cómo estás?, en realidad no significa que me interese saberlo, solo lo escribo porque esas cosas se dicen y porque en realidad no se de que demonios hablar contigo porque obviamente no tengo nada de nada que hablar contigo.

Sabes, suelo prestar mi ayuda y apoyo cuando alguien lo solicita, pero siendo ese tu caso, lamento rechazar tu solicitud tajantemente y de manera irrevocable; es así porque confundes la asesoría en lo que me va bien y no me cuesta esfuerzo alguno como una declaración de amor implícita; de ser así sería extremadamente implícita tan pero tan implícita que ni yo lo notaría. Triste pero cierto, ves monos en los árboles cuando ni siquiera hay parque. Y no le digas a tu séquito de manzanitas deformes (tus amigos) que tengo alguna fijación secreta y sicópata contigo, porque de ser verdad, la fijación no sería secreta, pero si suicida conmigo; No sé si captes que ahi sí hay un mensaje. "Antes muerta que contigo", te lo aclaro por si no viste la señal.

Es halagador para una chica que existan niños atraídos hacia una, no obstante, es molesto cuando estos seres inventan un mundo de fantasía en el cual tu eres la protagonista - sin saberlo, claro está -; en su utópica historia, se dibuja una muchacha que muere de amor por un príncipe inalcanzable, tan utópica que en la vida real "ese" príncipe es un sapo torpe y mentiroso que no hace más que alardear de aquello que no tiene, o sea a la muchacha. No se trata de ser cruel ni denigrar a nadie, el problema es que a este tipo de chicos les importa un cacahuate la repercusión de sus palabras, de sus inventos, de sus rumores infundados. Ellos actúan de forma egoísta sin prestar la debida atención al daño que ocasionan con sus blasfemias. Por lo tanto, toda la crueldad para ellos.

2.5.10

El síndrome de la amistad olvidada

Una vez tuve una amiga que era casi una hermana para mi. Disfrutábamos del mayor tiempo posible juntas. Conocía sus más íntimos secretos y ella los míos; parecía ser una amistad de esas que duran para siempre; sin embargo, en el momento menos esperado, llegaron personas valiosas e irremplazables a nuestras vidas; cada una de nosotras vivió posiblemente lo que será el mejor recuerdo de nuestra ingenua adolescencia. Digo "ingenua" porque a pesar de los incansables esfuerzos que hacíamos por demostrar que habíamos vivido en demasía, siempre resaltaba una camuflada inocencia detrás de capas de maquillaje que buscaban ocultar nuestra menuda edad. No aborrezco su dicha, en lo absoluto, en todo momento apoyé sus decisiones a pesar de mis opiniones; es ese el trabajo de una amiga, creo así. Sin embargo, me topé con una amistad que prometió, pero no cumplió, ser eterna, leal, incansable e incondicional.

Una tarde de otoño, alguien se enamoró; por la cercanía de esta persona, su alegría era mi dicha, sentí felicidad por contemplar su entusiasmo, por contemplar cuanto amor irradiaba. Esa persona era mi hermana espiritual, era el primer número de mis llamadas recientes, era el 90% de mis mensajes, era protagonista de mis fotos, era mi compañera de las tardes aburridas en las que solo quieres sentarte y hacer nada, era mi cómplice de travesuras, de maldades, de venganzas, de todo, absolutamente todo. Ahora no es nada, solo es un saludo en el messenger y una pregunta vacía y totalmente desinteresada de ¿cómo estás? a la que respondo cual desconocidas con un "Bien y ¿tú?". Como un huracán, el transcurrir del tiempo se llevó la mano que apretaba la mía para hacerme sentir que estaba presente, dibujó un abismo, una muralla, un cerco perimetral que resguardaba su vida de mi presencia molesta, ese maldito huracán se llevó mis secretos, se llevó mis frustraciones, se llevó mis recuerdos, se llevó a mi amiga.

Sé que el verdadero amor llega en el momento menos pensado y hay que alimentarlo, mantenerlo y cuidarlo; sin embargo, me encuentro confundida al descubrir que hay amores que se esfuman, que se mueren y se reemplazan. Es así, alguien remplazó el grueso de sus amigos, por un amor que presume será eterno. Y es ahí donde me pregunto, ¿El amor y la amistad no pueden ser parte de una relación colateral? Yo pienso que si y trató de ponerlo en práctica, aunque lamentablemente, ya no con los amigos de antes, sino con los pocos que viajan a la par de los años.

A mi corta edad, soy capaz de afirmar que este "síndrome de la amistad olvidada" afecta en mayor porcentaje a mujeres y uno menor a hombres. Y digo, ¡¿Por qué?! ¿Por qué ellos suelen ser más consecuentes en ese aspecto?  La verdad no lo sé, pero  creo que cuando nos enamoramos, tratamos de dar todo de nosotras; el problema es que a veces, incluimos también nuestro tiempo en su totalidad. Basada en mi experiencia personal, entendí que el peor error que podemos cometer es abandonar a nuestros amigos por la pareja, no negaré que en un inició tropecé de está manera, pero el tiempo me hizo reflexionar y caer en la cuenta de que los amigos son indispensables: una relación, a pesar de prometer la eternidad, suele, de vez en cuando, tener altibajos, no ser del todo comprensiva, no tener oídos para escuchar los aflicciones personales y no hay nada más duro que encontrarse sola en medio de una tempestad. Espero en un futuro encontrarme con aquella vieja amiga y percibir más que palabras vacías en sus oraciones dirigidas hacía mí, espero encontrar a alguien parecido a aquella persona que conocí.