Sígueme, si te gusta mi blog :)

La frase suelta del Día

Ríe todo lo que quieras, no por enamorar a alguien. Si no para que sepa que eres feliz y no lo necesitas.
Mostrando las entradas con la etiqueta detalles. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta detalles. Mostrar todas las entradas

28.2.12

Mujeres culpables de no ser objetos

Peor que un hombre irrespetuoso es una mujer que lo tolera...

El trabajo me está volviendo loca. Todo se ha oscurecido en un par de meses. He descubierto que soy más frágil de lo que pude creer. Hoy estoy al borde de la histeria, a punto de tirar la toalla, con más pastillas en mi cartera que una farmaco dependiente, con la rabia contenida. Mi pecho se ha vuelto una cárcel de mis emociones. Guardo impotencia, enojo, indignación, adrenalina; parece que después de todo, el amigo que me dijo un día "no hay quien pueda ayudarte" tenía mucha razón.

"No hay quien pueda ayudarte" como mujer en esta asquerosa sociedad siempre estarás sola y serás tú quien tenga más que perder. 

Toda la inmundicia tiene un detonante. Un hombre pensó que siendo una, joven, bonita y eficiente podía estar a su alcance, podía caer en sus garras.  Un señor pensó que él, más viejo, y, en su fantasía, más poderoso, podría permitirse tratar a su antojo a una muchachita que lo veía con repudio. Déjeme le repito, que a una señorita se le trata en los límites que ella imponga y se mantiene distancia, cuando ella no permite cercanías. 

La indignación fue más fuerte que yo y contradiciendo el comentario de mi buen amigo, tome las medidas respectivas para frenar el trato incómodo de ese asqueroso señor, pero me equivoqué. Al menos eso siento ahora. La persona que podía brindarme apoyo y seguridad de estar en todo mi derecho de poner un "hasta aquí" a aquel cerdo, sólo jugó en mi contra. Luego de confesarle mi incomodidad entre lágrimas de impotencia, porque solo hace falta ser mujer para entender lo desagradable que puede resultar un trato similar, prometió ser protectora y hacer lo necesario para conseguir que se castigue al tipo. Sin embargo, siendo ella tan "mujer" como yo, no hizo más que ser cómplice de un asqueroso y poner dicho incidente como antecedente de una "loca neurótica".

Como en todo caso de este tipo, castigan a la mujer que no comparte el juego de un asqueroso. Ahora solo soy yo, delicada. Y la respuesta del entorno ante mi incomodidad es que "no estoy acostumbrada a eso".

De niñas, no nos acostumbran a ceder a todos los deseos de los hombres. Al menos ese no fue mi caso. 

Hoy mi espacio laboral es pésimo. Después del incidente, ya no soy más, eficiente. Ahora solo se escribe de mi y se recalca, mi "neurosis". 

7.2.12

El terremoto que remece mi vida

No entiendo cual es el afán que tenemos por encontrar una pareja estable, por enamorarnos locamente. No entiendo porque buscamos con obsesión ser parte de algo, tener con quien andar de la mano. Es una incertidumbre casi adolescente que muchas veces nos obliga a llenar vacíos con personas que no cumplen, no dan la talla, no encajan, no son lo que uno espera. La desesperación por exponer una supuesta felicidad nos obliga a cometer grandes errores o apurar lo que quizá deba ir más lento. Buscamos que otros nos den la estabilidad que no podemos conseguir por sí solos. Buscamos que alguien que no puede manejarse a sí mismo, sea el conductor de un nuevo comienzo.

El amor es muchas cosas, pero no necesariamente es "estable", no necesariamente es "maduro", no necesariamente es "perfecto". En la maqueta de la "relación feliz" que todas construimos en nuestra mente hay un hombre PROTECTOR, AMOROSO, DETALLISTA, MADURO, SINCERO, FIEL, DECIDIDO y en la producción de nuestro proyecto, nos damos cuenta que, en papel, todo parecía más fácil. 

Eres sorpresa, eres decepción, eres felicidad, eres llanto, eres impotencia. Tienes en tus manos mis ganas de seguir adelante, mis fuerzas, mi ira, mi desesperación y bastan tus palabras para remecer todo lo que puedo sentir. Pareces, algunas veces, ser la decisión correcta, ser una inversión que valió la pena, valió los años, valió los obstáculos superados, valió el esfuerzo. Pareces, algunas veces, ser un amor no correspondido, una persona que no valora lo que se le brinda, hiriente e indiferente. Pareces no amar con la misma devoción con la que se te ama. Pareces haber perdido el miedo a perderme. Remeces todo lo que siento, remeces todo lo que soy.

19.11.11

Renuncio

Como mujer, la sociedad nos ha puesto muchas trabas, obligaciones y limitaciones. Nos relegaron a ser un accesorio de los hombres. Gracias a muchas activistas dicha situación a ido cambiando favorablemente para nosotras; sin embargo, nuestros y nuestras antepasados nos condenaron a seguir viviendo con ideas machistas en nuestro inconsciente y por eso digo, RENUNCIO.

RENUNCIO a bajar la cabeza y callar.

Algunos hombres de hoy no son muy diferentes a los de ayer; aún, les sigue calando nuestra voz cuando la alzamos para decir "SI, esto me molesta". Y se niegan a escucharnos y validar nuestras palabras como datos de cosas que nos lastiman y recomendaciones para no hacernos daño. Tan solo, oyen algo que no es un halago y cierran sus oídos y sus mentes como un mecanismo de censura ante nuestras "tontas y vacías quejas."

RENUNCIO a ser un accesorio.

Algunos hombres de hoy no son muy diferentes a los de ayer. Esos que nos ven como parte de un aparador de juguetes, donde eligen los más costosos, los más bonitos, los más llamativos para presumirlos con sus amiguitos. Luego, cuando se aburren del mismo objeto, buscan otro nuevo y reemplazan el antiguo. Y te botan tal cual un trapo viejo, menospreciando lo valioso de tu ser, y se van dejando heridas, arrebatando tesoros. Solo se van. 

Y tú, ¿a qué renuncias?

Continuará...



3.8.11

El valor del amor

Es formidable despertarse sabiendo que tienes a tu lado a todas las personas que amas y pensar que nunca se irán de tu lado. Sin embargo, a veces llegamos a sentirlas tan nuestras, tan presentes que olvidamos alimentar el amor que sienten por nosotros. Y los sentimientos son como los seres vivos, nacen, crecen y si no reciben el cuidado necesario, mueren. En un mundo que cada minuto se vuelve más frío, el calor de un abrazo sincero, de una caricia que pide eternidad se hace más escaso. ¡Que ingratos somos! Es como cuando eramos pequeños, deseábamos tanto el juguete de moda y cuando lo teníamos, lo adorábamos dos días y luego a arrumbarlo en el baúl de cosas sin importancia. Eso es lo mismo que hacemos con las personas que nos aman. La familia, mal que bien, siempre va estar presente en tu vida, de una u otra manera. Los amigos y la pareja pueden amarte infinitamente, pero no al punto de abandonar su amor propio, para ser parte de tu baúl. En el momento que sientan que tu has perdido el valor por todo lo que te dan, sentirán vacío su esfuerzo y su expresión de estima por ti y se irán, porque somos demasiado valiosos para ser arrumbados.

28.10.10

Mi tormenta; tu pretexto

Qué magnífico es que a pesar del tiempo, la llama del amor se mantenga encendida.


Escuchar a un excéntrico profesor de arte, que en un blablabla menciona a Van Gogh, mientras critica el último escandalete de la farándula, enseguida, entona locamente alguna cumbia bastante vanal y dramatiza por la decadencia de nuestro expresionismo, puede ser una tortura china, pero nada es realmente malo si sé que al terminar mi martirio, tú estarás ahi, listo para justificar mis horas de aburrimiento con un delicioso beso y un poco de amor. ¡Pero como son los hombres de ciegos!

Desde hace dos años y un poco más, un día aburrido, sombrío, lluvioso y bastante frío puede convertirse en la espera más romantica del planeta. Sin ser fecha especial, no un cumpleaños, no un aniversario, no navidad, no año nuevo, simplemente un día para los dos, es la ansiedad más dulce de una boca que espera ser besada, de unas manos que esperan ser tomadas, de unos oídos que quieren escuchar, de voz varonil, mil te amos. ¿Y tú? solo divisas las nubes grises y las gotas de un cielo que llora.

Contando los minutos para que el loco profesor se despida y salir corriendo a tu encuentro, la alegría me inunda de solo pensar en los abrazos que te daré y en los te quieros que escucharé. Mi emoción, digna de una niña boba, se apaga; la lluvia anda fuerte y las gotas se vuelven cántaros y ésos no caen del cielo, sino de mis ojos. ¡Qué bipolar puedo parecer a veces! Una llamada apagó mi sonrisa y UNA VEZ MÁS quebró mis expectativas. Sea como sea, es mi tormenta; sea como sea es tu pretexto. Espero disculpas y recibo justificaciones absurdas; espero amor y recibo desgano. Esperas no me importe y te respondo callando.

Los hombres no entienden que con sus desplantes lastiman. No comprenden la importancia de mantener la llama, pues poco a poco, ellos la van apagando.

25.4.10

Cuando ellos critican...

Me cansé de escuchar lo mal que me queda el cabello recogido y desfavorecedor de mis rizos despeinados; me harté de tu insistencia para abandonar mis dietas y de la misma cantaleta para sutilmente decirme lo gorda que estoy. Me cansé de escuchar lo mal que me queda ser como soy. Me cansé de decir "basta, no es gracioso" y de tus oídos sordos cómplices de tu lengua biperina que fabrica armas disfrazadas de palabras, que se burlan repetidamente de ese accesorio que con tanta ilusión compré pensando en despertar en ti miradas de deseo, lo único que desperté fue un sentido del humor nada risible.

Siempre admiraré la delicadeza característica de los hombres para decir lo que piensan, sin pensar lo que dicen; de la misma manera, aborrezco y aborreceré la exagerada atención que solemos prestar a sus comentarios nada atinados. Bien dicen por ahí, "a palabras necias odios sordos", pero si hay algo que no guarda relación alguna con la palabra "mujer" es la palabra "sorda" (aceptémoslo, chicas). Ciertamente, la opinión de las personas que más amamos siempre guarda vital importancia para nosotras, mucho más aún, si se trata del niño que nos roba el aliento. Lamentable y generalmente, ese galancito no es necesariamente el ser más reflexivo del mundo y mucho menos el más sutil, por lo que suele "abrir la boca y clavar el puñal". No es para nada una exageración; es netamente verdadero. Lo que para él puede ser una tontería, una broma, un comentario inocente, para nosotras puede significar una verdadera tragedia.


CASO 1: Ámame con mi pancita, como yo te amo con la tuya

Una vive cuidando su apariencia física para llevarse bien consigo misma y con el espejo. No tiene absolutamente nada de malo ser "gordis", la belleza de una mujer no está situada en la esbeltez de su físico sino en que ella se sienta en armonía con el cuerpo y el alma. A veces, ellos pueden tener comentarios crueles respecto a lo antes dicho. Si estás muy flaca, porque estás muy flaca; si estás gordita, porque estás gorda; el caso es JUZGAR. El hombre que ama realmente debe interesarle nueces si el cuerpo de su niña se modifica (pero niñas, nunca hay que descuidarse en exceso). A una le duele horriblemente escuchar de voz ronca y varonil las palabras "Mi amor te estás poniendo gorda, hay que hacer ejercicio, te ves flácida" aunque después agreguen "Yo te amo como seas, solo lo digo por tu bien" el daño ya está hecho. Hay maneras y maneras de decir las cosas, el problema es que ellos solo conocen una, la cruel.


CASO 2: No me compares con Fulanita, que yo soy Menganita a secas


Si te enamoraste de mi, ¿por qué me comparas? Es frustrante cuando el chico que amas te dice cosas como "Otras chicas se maquillan más que tú" ,por ejemplo; es absurdo, molesto y nada lindo. Sabes, debes aceptar que ayer era así, hoy soy así, mañana seguiré siendo así; no tengo planeado parecerme a "otras chicas" ni a esa que te encanta como se viste, ni a esa "que vive en la estética", ni esa, ni aquella, ni a nadie. Nunca busqué ser una mala copia de fulanita o menganita; nunca busqué que tú lo fueras. Respeta que este bosquejo defectuoso, imperfecto y desaliñado soy yo. No procures cambiar lo que conociste de una manera. Debo recordarte que te enamoraste de esto, no de lo que podría ser. Duele mucho ser utilizada de plastilina y querer ser moldeada a imagen y semejanza de cualquier prototipo lejano a lo qe uno es. El amor puede ser duro, pero jamás ladrón; no permitas que te roben lo único que realmente te pertenece, tu esencia.


CASO 3: Deja de burlarte de mí, que no tengo complejo de payaso

El chico que no respete tus ideas, tus objetivos, tus gustos no merece ser dueño de tu amor. Resulta bastante desalentador intentar compartir intereses muy propios con alguien que los minimiza o denigra. La persona que te quiere de verdad puedo no simpatizar con lo que a una le agrada, eso es natural, es cuestión de enfoques, sin embargo, siempre debe respetar y jamás minimizar las cosas que a una le apasionan. Cuando ellos reaccionan de manera negativa ante nuestros logros rompen un lazo de confianza. ¿con qué motivación una niña puede contarle a su amor, algo que le sucedió referente a su carrera profesional, si éste se esmera en restarle seriedad? Hombres, este tipo de acciones rompen la comunicación que es tan difícil de construir. No cometan tales horrores; no lastimen así.


De cualquier manera, no hay nada más hiriente que los comentarios bruscos. No puedo entender porque les resulta tan complicado meditar acerca de lo que desean expresar, hay que recordarles que un "Te amo" después de la puñalada no elimina las palabras crueles. 

24.3.10

Niégamelo

Sería absurdo y mentir si digo "nunca me pasó", porque la verdad también fui víctima en algún oscuro y sombrío momento de mi vida de un crimen como éste. Está es la historia de una niña que se ilusionó y empezó a sentir maripositas en el estómago (y no era gastritis) cuando hablaba con "ese" y digo "ese" porque no merece ni tener título de hombre. Afortunadamente todo el fragmento sentimental de nuestro cuento se encuentra en tiempo pasado, pasado y, por el bien de la protagonista, esperamos que pisado.

Érase una vez, una princesa que creyó, en medio de un tupido bosque de edificios, zorras, perros, venados, y toda clase de animales que físicamente no aparentan serlo, encontrar un príncipe que en su caso no era azul, sino rosa; ella atravesó un largo camino tratando de alcanzar al galán de cuento de hadas; caminó y caminó pero no lograba llegar hasta donde él estaba; sin embargo, escuchaba claramente su voz, leía en el cielo sus palabras y su corazón se hipnotizaba, se embobaba, se idiotizaba (no te ofendas, a todas nos pasa). Guiada por el sonido de su canto nada celestial, lo encontró en una cabaña ruidosa y llena de alcohol; por fin estaba junto a él, aunque, después de todo, no era tan guapo, no era tan alto y definitivamente, no era tan extrovertido, pero eso no le interesó, porque le encantaban sus versos, sus frases y sus mensajes. Así transcurrieron días y ellos juntos; él, todo un caballero, consentidor (de esos que nos timan), un adonis; ella, encantada con las atenciones prestadas, una vez más, empezaba a creer que existía un mundo lleno de color (no se de que canción es eso) y así, empezaba a abrir su corazón; recalco, "empezaba", suerte la suya que aún no lo regalaba porque, tal vez, el pobre órgano terminaría de anticucho. Hombres, hombres y hombres, se le cayó la máscara, no era más que un cuerpo de tronco amarrado a un sapo, un simple y baboso sapo.


En un primer momento hubo mentiras de su parte, pero la princesa ilusionada, después de mucho meditar, trató de olvidar; ellos empezaron de nuevo, hicieron borrón y cuenta nueva. ¿Qué no había tenido suficiente? Pues, al parecer no; a pesar, de la infinidad de consejos y palabras desfavorecedoras hacia el "príncipe sapo" que pronunciaron sus amigas, ella volvió a caer en el mismo hoyo negro, profundo y negro. Una vez más le falló. Él encantador muchacho que la llevaba a todo lugar y como un loco enamorado pagaba hasta el caramelo que ella comía, él que le pregonaba amor e imploraba por una oportunidad, a sus espaldas negaba toda relación alguna con la incauta dama. Sí, la negó y negó ridículamente en el entorno de sus amigas.

¿Qué puede pasar por la mente de un hombre para negar lo innegable? ¿Qué puede pasar por la mente de un hombre para negar lo que dice sentir? En realidad, no lo sé y tampoco logro comprenderlo, solo sé que ese tipo seres son repugnantes y no se merecen más que el desprecio. Aunque tonto, en algún momento también pasé por eso; sin embargo, dichosamente mi corazón no se encontraba vinculado en ningún sentido con el susodicho y su desplante solo ocasionó en mi una reacción de indignación, mas no de decepción, pues no esperaba absolutamente nada de aquel niño. Y pensé lo estúpido que era un hombre capaz de negar, lo que en sus sueños más profundos anhela. Y entendí que era un sinónimo de inestabilidad. Nadie quiere en su vida a alguien que simple y llanamente no tiene delicadeza alguna para darle el lugar que se merece, nadie quiere a un PATÁN a su lado.

20.3.10

Fin de semana sin ti

Otro fin de semana en casa sola rodeada de tanta gente; otro sábado que, a pesar de jugar al papel de fuerte, las lágrimas ganaron la batalla y se derramaron de mis ojos perdidos por un amor que no está; otro día que la ilusión de unos brazos que me inspiran protección se desvaneció como aquel arco iris que iluminó mi atardecer y a los pocos segundos me abandonó como el sol, no tocó mi indefenso cuerpo que solo pedía atención, congeló un tonto corazón. Otro sábado pasó y sé que una vez más tus "te extraño" fueron bonitas palabras de amor, pero no con amor. Tus "te extraño" solo son la unión de vocales que forman un sonido que goza de significado, sin embargo, carece de sentimiento alguno.

Yo lloro de rabia, de tristeza, de impotencia, de decepción, de desamor; la verdad, no sé porqué no llorar. Tú repites una y otra vez: "No me entiendes"; yo con ganas de decirte: "ya escuché. Ya me lo aprendí, y es verdad, nunca te entenderé". ¿Qué es eso que no logro comprender? Te lo explicaré aquí en silencio porque aunque lo diga nunca aceptarás que duele, que lástima y que me hiere. Las ganas de verte me invaden, me vuelven loca, porque aunque me ruborice aceptarlo, me haces falta, te necesito aquí, te necesito conmigo. Muchas veces, me faltarían dedos para enumerarlas, acepté esperar, esperar por ti; gastar minutos, horas, días de mi vida ansiando el momento de tenerte a mi lado cuando preferiste estar con tus amigos que consolarme mientras mi corazón se hacia trizas, cuando no estuviste en los momentos importantes, cuando tuviste alguna otra cosa que hacer, cuando no había tiempo para un beso, cuando me dedicaste quince minutos y no reclamé, porque te amo. Sabes, no pedí mucho, solo necesitaba una hora de tu tiempo, una hora que valdría la pena, a cambio de las muchas que pasaríamos juntos, aunque te pareció un costo excesivo y quizá pensaste como siempre: "Es igual; otro día nos vemos". Y yo te digo (todavía en silencio), no dejes para mañana lo que podríamos vivir hoy; No sabes si tal vez esta noche Dios me diga que se terminó mi estadía en este mundo de cemento, aerosol, dióxido, tabaco, alcohol e indiferencia; no sabes si tal vez el beso que pudiste darme sería el de despedida; no lo sabes. Es que un lunes no es igual que un martes; ni un sábado, igual que un domingo; jamás reemplazarás lo que pudimos haber vivido este día. Tampoco quiero sonar injusta; tú me regalaste dos meses de tu vida cuando no estuve aquí, me esperaste, me amaste y me inspiraste la confianza necesaria para amarte a la distancia, no obstante, ¿una hora es acaso mucho pedir? Lamentablemente, sigo callando, sigo dejando que el ruido de mi llanto se infiltre por el celular y todo lo antes dicho solo lo escuchó mi mente; solo sentí como cada palabra penetraba mi corazón que se hacía más débil.

15.3.10

De una niña que abraza a su principe azul

Espero...

Que cumplas todo aquello que te propones,
que mis palabras te inciten a conseguir, a vivir y a sonreir,
que el amor que te regale llene tus expectativas
ser quien ilumine tus mañanas y arrulle tus noches;
que esto sea eterno.

No sentirme relegada a disfrutar de sobras;
que cuando alces la voz no sea para recriminar,
sino para contarle al cielo el amor que te inunda;
no sentir la humedad de mis ojos tristes
por tu carácter incorregible
no sentirme sola, rodeada de tanta gente.
que el amor que te doy sea bien remunerado;
que mis quejas no se conviertan en reproches.


 Te regalo...

mis horas de sueño, tú regálame tu amor;
mis tesoros mejor guardados y de mayor valor;
mis insignificantes y cursis souvenirs,
mis ademanes y sutiles coqueteos;
mi sensualidad propia de una niña que juega a ser mujer;
mi inexperiencia del amor que te entregué.
mis celos infundados que esconden una frase que relata:
"eres mío, solo mío y así te cuidaré"
todo aquello que se te pueda imaginar;
mi perdón cuando el error sea remediado;
mi confianza, pero cuídala,
que si se quiebra ya no habrá un poco más.
estás palabras, pero tu no estás.


¿De qué me quejo?  Nosotras amamos apasionadamente; ellos, no lo sé, tendría que poder entrar en esa mente. Llevó un año y diez meses en el intento, sin embargo es más difícil de lo que parece o tal vez resulte imposible. Solo sé que tú y yo amamos, idealizamos y admiramos. Ellos aman, no sé si idealicen, pero definitivamente sé que no admiran; no les gusta enaltecer aquello que a nosotras nos enorgullecé; tal como conseguir algo que despertaría la envidia del resto de nuestras colegas féminas, ese tipo de cosas, para ellos son basura pura; y nosotras, como la historia lo narra, siempre siendo parte de la foto de sus logros, siempre cumpliendo el rol de fan número uno. ¡Que absurdo!

6.3.10

Un abrazo, un beso, un "te quiero"...




¿Quién no ha pasado por una mala racha? ¿Quién no ha sentido que cada cosa es peor que la otra? Todo comenzó en casa; por razones algo absurdas, mi engreidor número uno (mi papito) se enfadó desmedidamente conmigo, situación que definitivamente me estresa. Es incómodo llegar a comer y sentir un silencio sepulcral, o sentir que alguien se dirige a todos menos a ti, que no te habla ni para pedirte la sal.  Por fin está situación se terminó, después de casi una semana, él rompió su voto de silencio, me habló, me abrazó y me engrió nuevamente, como su pequeña; porque sí, yo siempre voy a ser su nena consentida. Sin embargo, a pesar de haber finalizado mi tortura, no me siento del todo bien, no me siento nada bien. Mi desastrosa semana incluye también una serie de discusiones altisonantes con mi madre, unas cuantas batallas campales con mi hermana, infinidad de malestares menstruales y pre-menstruales, y una sarta de inoportunas demostraciones de indiferencia de mi amor. Si, chicas, fue caótica.

Cuando una necesita un abrazo y cero preguntas, cuando una necesita un "te quiero" y cero discusiones, cuando una necesita un beso DESINTERESADO y cero estrategias para conseguir esas cosas que les gustan, ellos te dan un abrazo solo si respondes antes unas cuantas preguntas (si no las respondes encima se enojan), una discusión y todo menos un "te quiero" (el "te quiero" viene cuando ya la defecaron mal, acompañado de un "perdón"), un beso que busca ser premiado (si no los premias, poco les falta para pedir que les devuelvas el beso). Todo eso recibí en un día, en el peor de mi infernal semana, acompañado de una invitación a retirarse de su hogar. Una tiene dignidad y es rencorosa hasta decir basta, así que acepte la insinuación y me fui; entre las prisas, agarré el primer taxi que pasó sin pensarlo; a la siguiente calle descubrí que no tenía el dinero que me iba a cobrar el señor taxista, por lo que, con toda la pena se lo dije; el señor, obvio medio que se enojó, me dijo que con el dinero de mi billetera no era suficiente, así que me bajé. Prefería irme caminando a regresar a su casa para pedirle prestado lo que me faltaba. Llamé a mi casi hermana, le conté lo sucedido (tratando de contener mis lágrimas, que vergüenza llorar en la calle). Luego llamé a otra de mis super amigas, de esas que como sea te ayudan, me ofreció encontrarnos para distraerme un rato y de paso prestarme el dinero restante para llegar a mi casa, pero tuvo un percance que no la dejo ir en mi auxilio. Mal mal mal, no me quedó de otra que llamar a ese "amor" que hacía al menos una hora, se mostró totalmente desinteresado porque me iba, sabía que otra vez, una más, me había lastimado con su inconsciente impulso, ese que en este momento me tiene así. Se disculpó y como, (el amor te vuelve idiota) lo perdoné, cuando minutos antes en mi soledad, pensé seriamente en que eso ya había terminado de atravesar mi corazón tal cual anticucho, en que sus "voy a cambiar" no eran más que demagogia sentimental, en que como creyente devota me convertí en agnóstica de sus sermones. Mis lágrimas una vez más fueron en vano.

Los hombres son inmunes a la tristeza femenina, los hombres son reacios a escuchar, a percibir, a estar ahí cuando una los necesita. Los hombres se van a tonear (irse a una fiesta, reunión, disco, etc; todo lo que implique trago) mientras sus enamoradas están solas rebobinando y recordando todo aquello que van cargando en su mente y que lastima su corazón, claro que en la recopilación le añaden, el sentirse solas con tremendo manganzón que no está cuando las lágrimas quieren salir. Me pregunto, ¿ellos no se dan cuenta de nuestro ánimo destruido o simplemente se hacen los que no captan? ¿ellos no pueden amar cuando uno necesita ser amada? Cuando estoy triste y sola (siempre sola), me siento al lado de mi perra; ella no se va, ella se queda. 

18.2.10

"Ya puedes dejar de ser un príncipe para convertirte de nuevo en sapo."

Después de varios días de resentimiento fundamentado (leer el post "Un 14 negro" http://comotehagoentender.blogspot.com/2010/02/un-14-negro.html), de conversaciones frías, de miles de veces escuchar "perdóname", de entrar al facebook y encontrar en mi muro mensajes tales como " Te amo mi nerita" por fin cedí y disculpé el mal momento que pasé, porque estoy enamorada y, así somos las chicas enamoradas, andamos regalando oportunidades como los centros comerciales lanzan ofertas. De un día al otro, se acabaron todos los detalles anteriores. Es cómo haber apretado algún botón oculto que dice "desactivar". Entiendo que bueno, ya lo perdoné, ya quedó temporalmente olvidado el incidente (digo temporalmente porque de volver a repetirse éste será un antecedente) pero perdonado no significa "ya puedes dejar de ser un príncipe para convertirte de nuevo en sapo."

¿Por qué los hombres son lindos cuando la defecan? ¿Por qué cuando los perdonan dejan de serlo? Haber, intentaré explicar esto basándome en experiencias personales. Los hombres son como mi perro con su plato de comida, puede tenerlo todo el día y ni tocarlo, pero si vine el otro, corren a defender su ración. Ese es el problema, ellos piensan que nosotras somos "su plato de comida"; si sienten la amenaza de ya no tenerlo, pelearan por él porque aunque no le presten atención cuando esté ahí para ellos, lo valoran y lo sienten suyo. Ellos necesitan darse cuenta que pueden perdernos para valolarnos y engreírnos; nosotras no necesitamos razones para amarlos y engreírlos. Cuando estos chiquitos extraños y caprichositos se equivocan, nos lastiman y se arrepienten, somos sus reinas, no hay nada ni nadie más importante, son lindos, nos dicen que nos aman mañana, tarde y noche, y nosotras siempre fieles a nuestros sentimientos, nos dejamos envolver por esos trucos de telenovela de tiempo breve y determinado. Es como si dijeran, ya me perdono, ya puedo volver a la normalidad. Noooooo, no queremos un "transformer", tampoco un dramático cursi y pegajoso, solo queremos sentirnos amadas tanto hoy a las 11:28 como ayer a las 4:15 o como el viernes a las 7:01. ¿Qué parte de siempre no se entiende? No entiendo la razón por la que ellos esperan sentir que sus niñas se van se van y no volverán para convertirse en el chico ideal, claro hasta ser perdonados. Conclusión: Bueno ya saben, jamás los entenderé.

16.2.10

No solo hace falta serlo, sino parecerlo

Mi actual estado de ánimo se puede definir como "híbrido", una mezcla; Ni feliz, ni triste; ni enojada, ni relajada; ni sonriente, ni acongojada; sino, todo lo contrario. De rabia, rompí fotos; de impotencia, llore; de incredulidad, reí o mejor dicho me burlé. Ese extraño método de hacer, arrepentirse y pedir perdón. ¿Cuándo las disculpas sobran? ¿Cuándo una se hace inmune a los arrepentimientos?

Los hombres tienden a ser seres impulsivos de poco meditar; no es un defecto solo es parte de su naturaleza, pero eso los convierte muchas veces en personas de arranques sorpresivos, de reacciones totalmente inesperadas. El problema es que muchas veces esos desplantes terminan afectando a las personas que los rodean, en este caso, a sus enamoradas que son las primeras candidatas para el desquite de sus emociones. En este caso, a mí, a su enamorada; sus acciones bruscas lastiman, duelen, hieren y aunque suene cruel, no se olvidan. Entonces, las disculpas no bastan; Un "voy a cambiar", no es suficiente oírlo, es necesario verlo, es necesario sentir que la intención existe; Aquí queda perfecto el dicho de "No solo hace falta serlo, sino parecerlo". La realidad es que, a pesar de mil cosas, el amor que puedes sentir por una persona es infinito. Lo que siento yo es aún más grande; por eso, trato de entender que aunque duela, todos nos podemos equivocar y merecemos una oportunidad para enmendar nuestros errores, especialmente cuando lastimamos a quien amamos con locura y pasión. Lo que no entiendo es porque ellos piensan que con bonitas palabras (que no digo que sean falsas; por el contrario, pueden ser muy sinceras) aliviarán el dolor causado y secarán el llanto ocasionado. Lo que no entienden es que no queremos frases, queremos hechos.