Lucía andaba de Shopping un viernes por la tarde buscando un
vestido para una fiesta. Entonces se encuentra con Sergio, su ex. Tuvo una
relación corta con él, que terminó por mentiras. Sin embargo, hay estaba él, el
mismo chico que le encantaba en su primer año de la Universidad, sólo que tres
años más maduro. Perdió todo contacto con él, pues luego de terminar, se dio
cuenta que la arquitectura no era lo suyo y decidió cambiarse a otra universidad
para estudiar Publicidad.
Él la reconoce de inmediato y se acerca a saludarla.
–Lucía, que bonita estás.
–Lucía, que bonita estás.
Al verlo se quedó helada, quiere salir con él, pero no se atreve a invitarlo a salir. Cómo si le hubiera leído la mente, Sergio le propone cenar. Dilema: Lucía tiene la fiesta del siglo hoy en la noche. A pesar de eso, acepta. Realmente la había impresionado. En la mente de ella, ya había soñado con que la relación podría resurgir.
El lugar, lujosísimo. Sergio ha cambiado mucho. Ya no es el mismo chiquito inmaduro, ahora trabaja, tiene un buen auto y parece tomar las cosas más en serio. Después de mucho hablar, él le roba un beso.
-Princesa, verte de nuevo ha sido más de lo que esperaba.
Quiero comenzar de nuevo contigo.
Habían terminado muy mal, pero esos eran otros tiempos. Ella
también pensaba que ese encuentro había sido maravilloso. Después de ese día
empezaron a salir y a verse más seguido. Lucía pensaba que esta vez todo era
definitivo. Una noche en la que todo parecía ser maravilloso, Sergio le hizo
muchas promesas a Lucía y ella se entregó por completo. Esa noche la dejó en la
puerta de su casa y se despidieron con un beso enorme, como acostumbra a
dárselo Sergio desde hace cuatro meses. Algo
cambió. Después de esa noche, él no
contestó más llamadas.
Ella no sabía cómo ubicarlo. Había prometido llevarla a casa
y presentarla ante sus padres, pero nunca antes ella había conocido ese lugar.
No tenía idea de cómo saber de él. En el facebook, no había nada nuevo de su
vida, nunca se conectaba. Su desesperación por saber algo de él era demasiada.
En una visita a su perfil, leyó el comentario de un tipo. Parecía ser muy
cercano a Sergio, tenían fotos juntos, muchas publicaciones donde se les
vinculaba.
Lucía le envía un mensaje:
Lucía le envía un mensaje:
“Hola, cómo verás, me llamo Lucía. No sé si sepas, pero
estoy o estuve saliendo con tu amgio Sergio y de repente no supe más de él.
Necesito que si sabes algo de él me lo digas. Adiós, cuídate.”
La mañana siguiente, la despierta el teléfono. Era un número desconocido.
-Alo
-Lucía, soy Sergio. Necesitamos hablar.
Antes de que ella pudiera reclamar algo, Sergio le dio un lugar, una hora y colgó.
“Hola Lucía, por favor siéntate y escúchame. Él día que nos
encontramos en el Mall yo había ido a solucionar un problema. Cuando te vi,
reviví muchas cosas que sentía por ti, te vi más grande, más linda y tuve ganas
de quedarme contigo. Lamento que haya sido muy tarde. Carla: Así se llama mi
esposa. –Le enseñó el anillo- Me casé por eso dejé de buscarte, porque fuiste
una maravillosa tentación, pero no puedo desmoronar todo lo que he construido
por ti, por un encuentro fugaz. En el Mall, la lista de novios estaba mal. Los
apellidos no estaba bien escritos, de no haber sido por eso, quizá no
estaríamos aquí, sentados frente a frente. “
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