La encuesta de la semana que transcurrió ante nuestros ojos, ante nuestros corazones, ante nuestros pasos que, a pesar de acelerarlos, nunca podrán ganarle la carrera a ese absurdo y traicionero tiempo que muchas veces nos juega una mala pasada, titulaba idénticamente al título de este escrito. Los hombres son... la pregunta indicada sería ¿cómo son?, aunque muchas veces, deberían responder a ¿qué son?, especialmente cuando actúan como seres inanimados, apáticos, y desconsiderados en demasía; a la cual yo respondería, son entes maléficos que buscan amor, pero pocos de ellos planean retribuirlo. El mismo cuestionamiento realicé a través del facebook y la infinitad de respuestas fueron diversas, sin embargo, negativas en su mayoría, pero hubo dos comentarios que resaltaré.
"Muy defectuoso pero completamente encantador"
"Ciertamente, nosotras vivimos quejándonos de los defectos masculinos, pero ¿por qué nos quejamos? Pues, no me gusta tener que aceptarlo, pero son un mal necesario. Es que, la verdad somos seres complementarios, queramos o no, siempre ellos se involucran en nuestras vidas, ya sea como pareja, ya sea como amigos, ya sea como hermanos, etcétera; siempre están presentes ocupando un lugar de nuestro estresante y temerario día a día; o simplemente están ahí para atormentarnos y ensuciarnos con sus comentarios soeces, esos a los que ellos llaman "piropos". El punto es que existen y tenemos que lidiar con eso. Lamentablemente, somos seres sentimentales, emocionales, pero bastante inteligentes (aunque muchos de ellos no lo crean) y nos sentimos lastimadas ante ciertas actitudes generales de los hombres; renegamos porque sabemos que son negativas, el problema es que ellos no son capaces de aceptar que el error les pertenece. Nosotras buscamos redención no a quien culpar. Son defectuosos, cierto, pero muchos de ellos, son seres que amamos con todo aquello que Dios nos dio y al llevarlos en nuestro corazón seremos capaces de aplastar un orgullo casi soberbio para perdonar equivociones que en teoría nunca llegaríamos a soportar. Claro que hay cosas que tanto en papel como en la vida real son imperdonables. Ellos pueden ser desconsiderados, de vez en cuando insensibles, extremadamente celosos, despistados, olvidadizos, etc etc, pero basta saber que en su conciencia existe un afán de mejora, existe una intención de dejar de lastimar casualmente para ganarse un poco más de espacio en el terreno de nuestro amor.
"Perro como ningún otro ser vivo"
Como dije, hay acciones que simplemente resultan imperdonables. Un perro que se asemeja a un mal hombre no merece consideración alguna. Un animal tan tierno como tal no debería ser comparado con las facetas más denigrantes de un niño que juega a ser irracional. Cuando abrazo a mi dulce cachorro, encuentro en su mirada, una pureza típica de un amanecer pulcro y colorido; ¿es de está manera posible relacionar a un ser, que se caracteriza por ser leal a su amo, con todo aquello negativo de un amo que se caracteriza por ser traicionero? El modus vivendi de un criatura de éstas está justificado por su naturaleza, por sus instintos, por su sobrevivencia, es decir, no actúa con maldad porque claramente, no conoce el significado de esa palabra. Un hombre, actúa... ¿por qué actúa? ¿por qué engaña? ¿por qué miente? ¿por qué agrede? ¿por qué? no lo sé, pero ellos no tienen justificación alguna para herir, porque realmente tienen conocimiento y facultad para entender las repercusiones de sus actos. Y saben, nosotras podemos amar demasiado, pero nuestro perdón, nuestras lágrimas y nuestra paciencia tiene un límite; el problema existe si nosotras no lo conocemos.